En la actualidad, Latinoamérica es una región de rápido crecimiento para las ER con un interés creciente para el desarrollo de este tipo de recursos.
Los altos precios de la electricidad en la mayor parte de las regiones, la creciente demanda, y en algunos casos, el potencial de exportación, proporcionan un terreno fértil para el despliegue de tecnologías de energías renovables. Además, en la región existe una larga trayectoria de producción de energía hidroeléctrica lo cual se ha traducido en políticas y legislaciones que fomentan el uso
de las ER.
La generación de electricidad es el sector que ha atraído la mayor parte de las políticas de ER y la evolución legislativa en América Latina, lo cual abarca la promulgación de leyes de ER, establecimiento de objetivos para generar electricidad renovable, políticas de disminución de aranceles, incentivos fiscales, disposiciones para acceso a la red y servicios de financiación.
Actualmente la mayoría de los países de esta región tienen leyes para el campo de las ER, a excepción de Bolivia, Guyana y Surinam que no tienen leyes o programas en este campo.
El establecimiento de objetivos nacionales de ER ofrece una clara indicación sobre el nivel de desarrollo de la ER y la línea de tiempo prevista por los gobiernos.
En la Tabla presentada a continuación se muestran las proyecciones de ER para los principales países de América Latina con mayor aplicación en el sector eléctrico. Se excluye Venezuela ya que sus datos no son confiables.
Los objetivos se presentan en diferentes formas como en la capacidad en MW o MWh, términos de generación o en términos relativos. Los tipos de objetivos (por ejemplo, el alcance o la tecnología) a menudo coexisten y se superponen.
Por ejemplo, según datos de REN21 (2015) Ecuador tiene una meta de 90% de ER en 2017 con un objetivo de 4.2 GW de energía hidroeléctrica en 2022.
Ahora, para nadie es un secreto que aún en invierno tenemos un potente sol en Panamá, además podemos sumar los fuertes vientos que tampoco faltan en el país.
Gracias al territorio y al clima que hay en Panamá, las condiciones son perfectas para la producción de energía solar y eólica.
Estos dos recursos son totalmente sostenibles y renovables, factores clave para modernizar la industria energética actual. ¿Cuál es el único inconveniente?
Producir la energía es un ámbito relativamente sencillo, el truco está en su almacenamiento
Hasta hace no mucho tiempo la energía producida no se podía almacenar de manera fácil, era de consumo casi inmediato.
Hoy en día, gracias a los avances en la tecnología de las baterías y al hidrógeno, Panamá podría convertirse en uno de los mayores exportadores de energía renovable.
El reto a superar
Aún teniendo en cuenta las circunstancias favorables, debemos tener en cuenta que el mayor reto es la intermitencia de las energías renovables. Su obvia dependencia a las condiciones climatológicas pone en cuestión de total viabilidad.
El otro reto y quizás el más difícil de superar es el de la voluntad política, en un país donde el cuidado del medio ambiente no es una prioridad en las agendas de los gobernantes
¿Qué pasa si tenemos días sin sol? ¿Temporadas sin viento?
La clave: almacenaje energético. Si pudiésemos llegar a almacenar la energía generada por el sol y el viento, estamos seguros de que tendríamos suficientes excedentes como para contrarrestar el problema de la intermitencia.
La conservación de energía no está lejos
Gracias a los últimos avances, la posibilidad de poder conservar los grandes excedentes energéticos no son ciencia ficción. Existen ya varios métodos de almacenamiento de energías renovables:
- Centrales hidráulicas
- Electroquímico (baterías)
- Térmico
- Hidrógeno
Este último tipo de almacenaje representa el gran futuro para estas energías y muchas empresas. Como lo indica Tomás Malango, el actual director de Repsol refiriéndose a España:
“El hidrógeno renovable impulsará en España la mayor oportunidad de industrialización y de relevancia energética a la que nuestro país se ha enfrentado nunca”.
Tomás Malango
La producción del hidrógeno se hace a partir del agua, luego “cargando” el hidrógeno en cualquier estado y finalmente siendo conservado para su uso posterior.
Si adicionalmente usamos aguas residuales tratadas con tecnologías para el Tratamiento Aerobio de Aguas Residuales y Tratamiento anaerobio de aguas residuales para esa producción de hidrógeno, definitivamente podríamos producir un gran cambio en la región.
Es por esto que Aquaprocesos S.A. de Panamá está a la vanguardia en el diseño y fabricación de las PTAR (Plantas de tratamiento de aguas residuales) ofreciendo estas tecnologías que cada día coadyuvan más al cuidado del agua.
Gran oportunidad futura
Tan solo es necesario contar con agua (que tenemos por ahora mucha en Panamá) y electricidad – preferiblemente solar y eólica – para poder generar esta industria de energía “verde”. Industria que generaría cero emisiones netas, aseguraría un suministro y permitiría escalar la comercialización de este recurso.
Empresas como Repsol y otros tantos proyectos se han decidido a tomar esta iniciativa y ser los pioneros en la producción y almacenamiento en hidrógeno.
Según los últimos datos, tan solo utilizando el 1% del territorio nacional sería suficiente para abastecer energéticamente a todo el país.
Producción en la región
Dependiendo de los recursos naturales de cada zona geográfica, las diferentes regiones utilizan la producción hidráulica, solar y eólica,
Infortunadamente muy pocas acumulan su producción de energía renovable:
El gran productor de energía eólica de la región es Brasil quien ocupa el primer lugar de América Latina, seguido de México, Chile, Argentina Costa Rica y Nicaragua, según información de la Asociación Mundial de la Energía Eólica (WWEA por sus siglas en inglés).
En Panamá el parque eólico de Penonomé representa la mayor inversión en energías renovables.
El parque de Penonomé representa la mayor inversión de la empresa en proyectos de energías renovables, y por su tamaño y su importancia el mismo sin duda, se convertirá en un referente de la industria no solamente en Panamá sino en toda la región
InterEnergy
El Parque Eólico Penonomé comenzó a construirse en 2012 a cargo de la empresa de capital español Unión Eólica Panamá (UEP), y ha requerido una inversión global de 564 millones de dólares, de los cuales 427 millones de dólares ha sido aportados por el conglomerado internacional InterEnergy.
Su capacidad de generación es de hasta 270 megavatios, lo que representa entre el 6 % y el 7 % de la energía que demanda el mercado Panameño, de acuerdo a la información disponible.
Según Unión Eólica Panameña, la introducción de la energía eólica permitirá a Panamá evitar la emisión de aproximadamente 450.000 toneladas de carbono al ambiente, y mitigará la emisión de 1.000 toneladas de óxido de nitrógeno y 500 toneladas de dióxido de azufre.
Panamá cuenta con una capacidad instalada de generación eléctrica de alrededor de 1.426 megavatios, de los cuales más de la mitad proviene de hidroeléctricas y el resto de plantas térmicas, según los datos oficiales.
El reto ahora para Panamá es el reemplazo de las plantas térmicas generadoras de CO2 para así generar su propia energía con Parques Eólicos, Hidroeléctricas, Solar y la implementación del Hidrógeno.
Así el país se situaría por encima de la mayoría de países de la región en cuanto a la producción y consumo de energías renovables, Finalmente destacamos que los pasos hacía un futuro más sostenible son cada vez más presentes, incluso ya existen muchos proveedores de energía limpia en Centroamérica y el Caribe.